ENTRE CLAROS Y OSCUROS parte V

V.- Un holograma cambiante y a modo. Lo que no será.

Antes del 2011, alguien de nosotros paso 10 años en la montaña. Conoció y trato personalmente a algunos en cuya muerte vivimos. Conoció y trato desde entonces con otros y otras más, que hoy aún en algunos viajes podemos conocerlos. Muchas madrugadas se encontró a el mismo tratando de digerir las historias que le contaban, los mundos que le dibujaban con silencios, manos y miradas, y encontró en eso su insistencia en señalar algo más allá.

¿Era un sueño el mundo ése, tan otro, tan lejano, tan ajeno? A veces pensó que se habían adelantado, que las palabras que lo guiaron y guían venían de tiempos para los que no habían aún calendarios, perdidos como estaban en geografías imprecisas.

Luego supo que no le hablaban de un mundo inexacto y, por lo tanto, improbable. Ese mundo ya andaba con su paso. Ustedes, ¿no lo vieron? ¿No lo ven?

No hemos engañado a nadie. No escondemos que somos un proyecto que busca algo más que solo un viaje, con su estructura a veces piramidal, su centro de mando, sus decisiones de arriba hacia abajo. No por congraciarnos con libertarios o por moda negamos lo que somos. Pero cualquiera puede ver ahora que el nuestro, no es, un proyecto que suplante o imponga.

Nada de lo que hemos hecho, para bien o para mal, hubiera sido posible, sin todos los que han pasado por este camino y han aportado, su energía, su tiempo, su magia, su fe, su vida, sus años, sus sueños, sus deseos, sus temores, su creatividad, su fortaleza, sus palabras, su empuje. Todos viajer@s y como tales sabiendo cuál es su papel y su momento. 

En junio del 2011 salimos a la luz y nos dedicamos a tapizar la ciudad con nuestras propagandas para con nuestro paso sacudir el paso de la gente. 

Apenas unos días después, nos dimos cuenta de que los de afuera no nos veían, no alzaban la mirada para mirarnos, es decir, que no miraron. Tardo un poco pero todo lo bueno tarda porque merece ese tiempo para que cuaje bien…

Empezó así una compleja maniobra de distracción, un truco de magia terrible y maravillosa, una maliciosa jugada del corazón viajero que somos, la sabiduría itinerante desafiaba a la modernidad en uno de sus bastiones: la publicidad.

Empezó entonces la construcción del personaje llamado “Jaguar”. Les pedimos que nos sigan en este razonamiento: Supongamos que es posible otra forma de viajar. Por ejemplo, siendo un jaguar, hacerle creer que es usted uno, conminarlo a que lo sea, y en base a esa efectividad, todo su viaje sienta que lo es, en el momento en que se prepara para cazar su presa, es decir su viaje, usted se da cuenta que vuelve a ser lo que siempre fue: una ilusión. Porque en el fondo usted no quizo ser el jaguar sino quizo ser él o la de la foto, él o la de la compra, él o la del momento…

El sistema entero, pero sobre todo sus medios de comunicación, juegan a construir en usted famas para luego destruirlas si no se pliegan a sus designios. Su poder residía (ya no, han sido desplazados en eso por las redes sociales) en decidir qué y quién existe en el momento en que eligen qué nombraban y qué callaban.

En fin, no nos hagan mucho caso, como se ha demostrado en estos 13 años, nosotros no sabemos nada de medios masivos de comunicación, ni de redes sociales.

El caso es que el jaguar pasó de ser un vocero a ser un distractor. Necesitábamos tiempo para ser y para encontrar a quien supiera vernos como lo que somos. Necesitábamos tiempo para encontrar a quien nos viera no hacia arriba, no hacia abajo, que de frente nos viera, que nos viera con mirada compañera.

En el entretanto seguíamos buscando, buscándolas, buscándolos a ustedes, a quienes ahora están aquí y a quienes no están aquí pero están. Lanzamos una y otra iniciativas de viajes para encontrar al otro, a la otra, a lo otro compañero. Diferentes iniciativas de explorar realidades, tratando de encontrar la mirada y el oído que necesitamos y merecemos.

En el entretanto, seguía el avance de los nuevos grupos de viaje, la oferta acrecentada y el mercado turístico del que se ha hablado mucho o poco, pero que se puede constatar directamente, sin intermediarios con el nuevo tren maya.

En la búsqueda de lo otro, una y otra vez acertamos y también fracasamos. Encontramos a quien nos quería dirigir o quería que lo dirigiéramos.

Había quienes se acercaban y lo hacían con el afán de usarnos, y quienes de verdad se acercaban para compartir el viaje y conocernos.

Así para unos éramos comunistas, para otros consumistas, para otros anarquistas, para otros izquierdistas, para otros milenaristas, y ahí les dejamos varios “istas” para que pongan lo que sea de su conocimiento.

Así fue hasta que apareció la Joven, la más audaz y la más jaguar de las iniciativas que hemos lanzado hasta ahora. Con la Joven al fin hemos encontrado quien nos mira de frente y nos saluda y abraza, y así se saluda y abraza.

Con la Joven al fin los encontramos a ustedes. Por fin, alguien que entendía que no buscábamos ni pastores que nos guiaran, ni rebaños a los cuales conducir. Pero faltaba ver si era posible que miraran y escucharan lo que siendo somos. Al interior, el avance de los viajes había sido impresionante. Entonces la Joven nos guiaba…

Con ella, nos dimos cuenta de que ya había viajeros que podían mirarnos de frente, que podían escucharnos y hablarnos sin esperar guía o liderazgo, ni pretender sumisión ni seguimiento.

La Joven, el personaje, no era necesario pero es muy útil. La nueva etapa en la vida de la Joven estaba lista. Pasó entonces lo que pasó y muchas y muchos de ustedes, viajeros y viajeras, lo conocen de manera directa. Podrán decir luego que lo del personaje fue ocioso. Pero una revisión honesta de eso dirá de cuántas y cuántos voltearon a mirarnos, con agrado o desagrado, por los desfiguros de una Joven.

Así que lo que viene no se da por crisis o hartazgo, ni por cansancio o purga o depuración. Se da lógicamente de acuerdo a los cambios internos que ha tenido y tiene el proyecto Beh por México.

Sabemos que eso no cuadra con los esquemas cuadrados que en los distintos mundos hay, y si esto arruina la perezosa y pobre elaboración de los rumorólogos de la Joven o de Beh  pues ni modos.

Si nos permiten un consejo: deberían cultivar un poco el sentido del humor, no sólo por salud mental y física, también porque sin sentido del humor no van a entender a Beh. Y el que no entiende, juzga; y el que juzga, condena.

Es nuestra convicción y nuestra práctica que para luchar y viajar sólo se necesitan un poco de vergüenza, un tanto de dignidad y mucha organización. Lo demás, o sirve al colectivo o no sirve. Si alguien entiende esta lección que da Beh, habrá entendido uno de los fundamentos del proyecto. Así que en los últimos años ha pasado lo que ha pasado. Una y otra vez planeamos, y una y otra vez esperamos el momento indicado: el calendario y la geografía para mostrar lo que en verdad somos a quienes son en verdad con nosotros.

Y no olvidar que, mientras alguien susurra, alguien grita. Y sólo el oído atento puede escuchar. Y así como hay que aprender a dirigir la mirada, la escucha debe encontrar el rumbo que la haga fértil.

Porque mientras alguien descansa, hay quien sigue cuesta arriba. Para mirar ese empeño, basta bajar la mirada y elevar el corazón. ¿Pueden? ¿Podrán?

Así que hemos decidido que el antiguo Beh por México deje de existir. Lo llevarán de la mano la Joven y una lucecita para que no se pierda en el camino, la Joven lo irá a dejar pero volverá…

Y al final, quienes entiendan, sabrán que no se va quien nunca estuvo, ni muere quien no ha vivido.

Y la muerte se irá engañada por un jaguar con el nombre de Beh en la lucha, y volverá a andar y a enseñar, a quien se deje, lo básico del proyecto, es decir, no venderse, no rendirse, no claudicar.

Bueno, pues a nosotros la muerte nos compromete por lo que tiene de vida. Así que, aquí estamos, burlando a la muerte en la realidad. Viajer@s

Dicho todo lo anterior, eso es todo.

Hasta nunca… o hasta siempre, quien entendió sabrá que eso ya no importa, que nunca ha importado.

Planeta tierra enero 2024